A medida que un negocio crece y se desarrolla, debe reflejar esa expansión para que la misión y la visión de la empresa queden representadas frente al cliente. Una marca debe ser flexible tanto para satisfacer las necesidades siempre cambiantes de los usuarios como para estar en sintonía con las tendencias del mercado respecto al consumo e interacción. ¿Qué tan importante es actualizar la imagen corporativa para dar una impresión fresca y actualizada de la empresa? ¡Eso lo sabrás a continuación!
Mientras algunas compañías creen erróneamente que su sistema de Branding no debe ser reajustado, modificado ni actualizado (como si se tratase de un absoluto atemporal, estanco y para siempre), muchas otras consultan sobre los reajustes necesarios que merece su marca, pero con cierto temor a que ese cambio provoque una disminución en la lealtad o asociación del cliente. Lo cierto es que cuando las empresas actualizan la imagen corporativa, modifican su nombre, combinan o incluso separan elementos de su logo, mantienen reconocible la esencia del negocio sin romper con la confianza y fidelidad ya establecidas con su audiencia.
Por poner un ejemplo, basta tan solo mirar cómo Microsoft ha cambiado su imagen a través de los años, mientras que sus valores fundamentales siguen siendo los mismos. La multinacional estadounidense dedicada al sector de la informática fundada en 1975 por Bill Gates y Paul Allen dio importantes pasos para actualizar la imagen corporativa, siguiendo la renovación integral de la compañía hacia “la nueva era de Microsoft”, como ellos lo llaman.
Este ajuste visual surge en consonancia con la nueva gráfica que puede observarse en los últimos productos de Microsoft: líneas que expresan simplicidad, colores planos y formas cuadradas. Además, el nuevo logo apuesta por la sencillez e incorpora un símbolo al logotipo compuesto por cuatro cuadrados de diferentes colores que representan la diversidad en su cartera de productos.
En sintonía, la tipografía utilizada es la Segoe, la misma que aparece en sus comunicaciones así como en las últimas interfaces de aplicaciones y sistemas operativos. La marca dejó de lado los ya anticuados degradados y apostó por un diseño plano y muy versátil a la hora de aplicarse en diferentes medios y productos. Además, partiendo de los cuadrados del símbolo creó todo un lenguaje visual donde los colores uniformes y las formas geométricas son los protagonistas de la composición.
Como vemos, esta marca internacional ha evolucionado para mantenerse como líder del mercado tecnológico y encarar las tendencias actuales. ¡Imaginá si Microsoft todavía utilizara su marca de 1975! Sin la evolución en términos visuales, una empresa está destinada a quedar atascada en la analógica edad de piedra, perdiendo toda ventaja frente a sus competidores y su relevancia ante el público objetivo.
¿Por qué tu marca merece actualizar la imagen corporativa?
Independientemente del tamaño de tu empresa o de la industria en la que se encuentre, el cambio siempre está en el horizonte y debes adaptarte para competir. Si en tu caso considerás que hay aspectos de la identidad visual que no representan la esencia de tu firma, que el público no asocia tu logo con el mensaje a transmitir, que la tipografía usada no se corresponde con el estilo comunicacional del día a día, que los colores no aportan al sentimiento que se quiere despertar en el usuario ni el descriptivo enuncia sintéticamente las características de la compañía, ¡hay una actualización pendiente que vale la pena!
Así que probablemente te preguntes, ¿qué implica exactamente actualizar la imagen corporativa? En términos simples, puede ser pensado como un cambio de imagen o una renovación visual, tal como en Fuego Yámana hicimos para Cervecería Blühen. Claro que no estamos hablando de una revisión total sino de algo más simple. Algunos ajustes aquí y allá que ayudan a mejorar la forma en que tu firma se percibe. Al hacer pequeñas adaptaciones te será posible:
- Preservar la integridad existente de la marca.
- Infundir una nueva energía al negocio.
- Asegurar que la imagen institucional se mantiene actualizada en un mercado cambiante.
- Expandir el alcance de la empresa a nuevos clientes.
- Revitalizar la marca con lo que es y hace actualmente.
Por supuesto que no se necesitan cambios drásticos ni quiebres rotundos. La decisión de actualizar la imagen corporativa debe basarse en una estrategia de Marketing integral (siguiendo un claro sentido del negocio) y no porque todo el mundo se esté modernizando. Revisá tu identidad visual y podrás determinar qué partes de tu Branding todavía tienen valor o merecen ser conservadas y lo que deberías renovar para hacer de la marca algo más representativo de lo que tu equipo es hoy y hacia dónde se dirige.
Bajo la suposición de que quieras mantener la integridad de tu logotipo existente, podés hacer modificaciones definitivamente perceptibles pero no demasiado drásticas. Podría ser tan sutil como un cambio en el ancho de la fuente, la dimensión, escala, perspectiva y colocación de una imagen, un ajuste en la paleta de colores, o incluso un nuevo lema descriptivo. Un esfuerzo de Rebranding puede verse ligeramente diferente, pero en última instancia el resultado final debe dar a tu empresa un nuevo aire, revitalizar su mensaje, permitir una comunicación visual más eficaz y llegar a tu audiencia informando de lo que hacés, algo que finalmente se traducirá en mayores ingresos.
¿Cuándo es el momento adecuado para actualizar la imagen corporativa?
Si tu empresa u organización se enfrenta a uno de los cinco escenarios enumerados a continuación, un refresh de marca, una revisión del Branding será sin duda el paso a seguir.
1.Tu marca es obsoleta
Puede que hayas tenido un logotipo revolucionario cuando comenzaste tu negocio, pero los años pasan no solo para las personas sino también para las empresas. Echá un vistazo con total honestidad a tu identidad visual y evaluá si la presentación de tu organización está sufriendo el efecto del tiempo. Si la marca más que moverse hacia adelante está retenida en los usos y costumbres del pasado, es momento de actualizar la imagen corporativa para representarla de manera fresca y contemporánea.
2. Tus productos o servicios han cambiado
La pregunta más importante acá es saber si el mensaje de tu marca es un reflejo exacto de lo que tu firma es y ofrece hoy. Con el tiempo, la mayoría de las empresas crecen y evolucionan para mantenerse relevantes, algunas ampliando su alcance en el mercado, otras limitando su propuesta comercial, o por qué no especializando su servicio.
Por nombrar otro ejemplo, Starbucks nació en 1971 como un tostador de café local y minorista, cuyo logotipo destacó hasta el año 2011 por la palabra «café». Después de 18 años sin ajustar su Branding, un rediseño minucioso lo dijo todo: hizo desaparecer el nombre de la empresa y el término coffee dejando solo el símbolo de la sirena en negativo sobre un círculo verde para evidenciar el cambio de rumbo del negocio y la inclusión de otras bebidas como el té, el helado y los jugos.
3. La imagen actual es inconsistente
Tal vez utilices una versión de tu logotipo en el sitio web, otra en tus materiales impresos y una diferente para los canales de Marketing Digital. Si además de esto te estás valiendo de diferentes taglines para hacer guiños referenciales a tu firma, le generarás una gran confusión a tu público. Por más que uses una marca paragua, lo importante es ser consistente y cuidadoso con las alternativas visuales.
4. No estás llegando a tu público objetivo
Es posible que ya no estés conectando con las personas esperadas porque ellas también cambian con el tiempo sus gustos, preferencias y hábitos de consumo. Independientemente de que te quieras dirigir a un target más amplio o más reducido, jovial o adulto, actualizar la imagen corporativa le permitirá a la marca llegar exactamente a las personas deseadas.
5. Te estás preparando para el crecimiento y la expansión
Si estás por aumentar la presencia de tu negocio en un futuro próximo, ya sea por tus esfuerzos de Marketing Online, una nueva línea de productos o una fusión que amplíe tu mercado, es un buen momento para re-evaluar la marca y asegurarte de que tenés todo lo necesario para arrasar desde lo visual con ese cambio.
Por último, pero no menos importante, no te olvides trabajar en los nuevos usos de la marca y las aplicaciones aceptadas en las diversas piezas de identidad corporativa. Para mantenerte fuerte y competitivo en un entorno comercial cada vez más cambiante y dinámico, debes asegurarte de que tu Branding está a la altura de las circunstancias y que puede seguir ese ritmo vertiginoso. Si tu empresa es de las que mantuvo la misma estética de marca durante largos años, tal vez sea el momento de repensar algunas estrategias visuales y sacar beneficio de este proceso de actualizar la imagen corporativa. Nada más desafiante, atractivo y divertido que trabajar sobre el refresh de marca, eso que dará que hablar cada vez que reconozcan tu firma.
Melina Diaz
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