La mayoría de las veces el diseño comienza con una hoja en blanco. Tipografía, imagen y color, van ocupando el espacio, en base a un concepto o idea, para transmitir un mensaje. Estos elementos clave del diseño gráfico, son los recursos que posibilitan toda comunicación, encargados de transmitir significado.
Un buen diseñador conoce en profundidad cada uno de estos aspectos y comprende el poder de combinarlos estratégicamente para crear piezas visuales impactantes y efectivas. ¿Qué aporta cada uno de ellos?
Los elementos clave del diseño gráfico
Tipografía
El término tipografía está ligado al nacimiento de la imprenta en el año 1450 y proviene etimológicamente del sistema de impresión en el que, por medio de bloques de madera tallada (tipos móviles), se creaban y combinaban los caracteres para reproducir los textos.
Las tipografías según su morfología, pueden clasificarse en:
- Sin Serif: también llamadas “palo seco” ya que las líneas de los caracteres no tienen terminaciones.
- Con Serif: son aquellas que tienen terminaciones en forma triangular o rectangular en los extremos.
- Manuscritas: (script) tienen un aspecto similar a la letra cursiva o caligráfica.
- Fantasía o decorativas.
Profundizando aún más, también pueden agruparse según su forma (romana, griega, geométrica, gráfica, etc), o según sus variables (opciones que podemos encontrar dentro de una misma familia tipográfica).
En este sentido, la labor del diseñador gráfico consiste en reconocer los aspectos de los signos alfabéticos, elegirlos y combinarlos correctamente en base a los objetivos de comunicación, la audiencia, la pieza/ soporte, el contexto y el mensaje a transmitir. Cada uno de estos puntos afectan el resultado, y deben ser considerados para lograr que aquello que queremos decir se exprese y descifre de manera correcta.
Color
Así como la tipografía resulta fundamental, el color es otro de los elementos clave del diseño gráfico. Pese a que algunos consideran la elección o preferencia de un color como algo subjetivo, ha sido comprobado que cada tono es generalmente asociado a ciertos significados.
Justamente, la psicología del color estudia cómo percibimos y cómo nos comportamos ante los distintos colores, las emociones que nos provocan y cómo afectan nuestra conducta, influenciados a su vez por los distintos códigos y tradiciones culturales.
Entre las asociaciones de cada color, podemos encontrar las siguientes:
AZUL
Evoca profundidad, lógica, confianza y solemnidad. Por ser el tono del agua y del cielo, también se asocia a la relajación, la calma, la limpieza y la higiene. Es el tono más elegido por las empresas, utilizado en rubros que buscan comunicar seguridad, solidez y seriedad.
VERDE
Es el color de la naturaleza y de las plantas, por lo que se relaciona con lo orgánico, lo ecológico, la salud y lo natural. Es un tono tranquilo y apacible, que también representa cualidades como la esperanza, la salud y la vida.
ROJO
Pasional, intenso y excitante, el rojo es el color del amor. Por ser uno de los tonos con más contraste y visibilidad, es también asociado al riesgo y el peligro por su frecuente uso en la comunicación de mensajes de advertencia.
AMARILLO
Se trata de un color vibrante y cálido que nos remite a la luz, la felicidad, el calor y el verano. Unido a ello, se asocia con el mundo infantil/juvenil, la diversión y la alegría.
NARANJA
Dinámico y radiante, este color transmite una sensación amigable y de confidencia. Al igual que el amarillo se identifica con el mundo juvenil y la vitalidad.
VIOLETA
El morado es un color que refleja la creatividad y la transmutación en estado puro, así como la imaginación y la sabiduría. Es uno de los tonos más místicos asociado con la imaginación, la locura, el misterio y la magia.
GRIS
Si bien muchas veces es omitido o ignorado, el gris establece el equilibrio entre el blanco y el negro, dando un aspecto de solemnidad, neutralidad y calma.
BLANCO y NEGRO
Casi siempre suelen utilizarse en conjunto, y como dupla es quizá la mejor combinación ¡y la que nunca falla! Son muy utilizados por marcas de lujo o moda, por la libertad para combinarse con cualquier otro tono según el mensaje a transmitir.
El color o paleta de color que elijamos al diseñar una pieza, será un componente clave para la construcción e interpretación de nuestro mensaje. Es por eso que resulta muy importante comprender las asociaciones ligadas a cada color, así como el resultado de combinar diferentes tonos, ya que, tal como comprobó el artista Josef Albers, un color puede ser percibido de diferente manera dependiendo del tono con el que haga contraste.
Imagen
Generalmente, al transmitir un mensaje, la parte visual es la que más impacto tiene, atrayendo la atención de nuestra audiencia, ejemplificando o ilustrando los mensajes que queremos transmitir. Existen diferentes tipos de recursos que se utilizan en el diseño gráfico para construir piezas de comunicación: fotografías, ilustraciones, infografías, gráficos o íconos, elegidos unos por sobre otros según el objetivo en mente.
El autor Timothy Samara en su libro “Elementos de la imagen. Formas visuales y comunicación”, detalla cómo el tipo mismo de imagen, ya de por sí conlleva ciertas asociaciones:
Las fotografías se relacionan con la documentación y se considera que representan la realidad. Es por eso que se perciben como objetivas, puras, están relacionadas con el entorno y son fidedignas.
Las ilustraciones se interpretan como «creaciones» personales que transportan a un mundo de fantasía, a escenarios que no son realistas o a situaciones ideales. El contenido, por natural que sea, se interpreta de forma subjetiva.
Los iconos, símbolos e imágenes gráficas destilan y simplifican conceptos complejos y abstractos. Suelen asociarse a gráficos y a elementos de navegación e identificación.
En un proyecto gráfico, las imágenes crean un vínculo con el texto y de esta forma “completan su significado”, aclarando o modificando la interpretación del mensaje. Es por eso que el uso de este recurso debe ser sumamente cuidado, ya que una misma imagen puede comunicar algo diferente según el contexto y el lugar en el que se utilice.
Por ejemplo, esta misma foto, dependiendo de lo que la acompañe, podría transmitir diferentes mensajes como: cansancio, tristeza o un momento de relajación visual:
Espacio
El espacio es aquello que envuelve a los elementos de un diseño. Al crear una pieza de comunicación, es tan importante el uso de tipografía, color e imagen cómo la forma en que se disponen y agrupan en la composición.
Se clasifica en positivo y negativo. El espacio positivo incluye las formas de los objetos o el foco principal de atención. Mientras que el espacio negativo es lo que se encuentra entre los elementos. El espacio negativo puede llegar a ser igual de crucial para un diseño que el espacio positivo, porque enmarca y contiene la composición.
Este elemento del diseño gráfico nos permite crear la esencia visual y el dinamismo de una composición. Una tentación muy común de los diseñadores es rellenar lo más que se pueda el espacio, con elementos, efectos y recursos. Sin embargo, es importante dar aire a nuestra composición para que quien la observe pueda interpretarla correctamente. Es importante entender que el espacio vacío en el diseño gráfico también tiene una función y un significado.
Orquestación de los elementos del diseño gráfico
El desafío de los profesionales de la comunicación es conocer y aprovechar los nuevos dispositivos y herramientas tecnológicas disponibles, así como las formas en las que éstos se utilizan, para poder generar piezas gráficas (impresas o digitales) teniendo en cuenta el público al que son dirigidos y sus contextos de significación.
La tipografía, el color, la imagen y el espacio son los elementos clave que nos permiten, a través de su interacción, transmitir nuestro mensaje a la audiencia.
En Fuego Yámana nos apasiona trabajar junto a las marcas para fortalecer su comunicación visual ¿conversamos?
Betiana del Río
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